Herda Verlichting: Un Icono de la Iluminación Holandesa del Siglo XX

Herda Verlichting, fundada en 1946 en Amsterdam–Duivendrecht, fue una de las firmas más importantes de la iluminación doméstica en los Países Bajos. Propiedad de la familia Daniels, la marca nació en plena posguerra y evolucionó desde la fabricación de estufas de emergencia durante la Hongerwinter hasta convertirse, décadas después, en el principal fabricante de lámparas del país.

Orígenes e identidad

El origen de Herda está profundamente ligado al ingenio y necesidad de la época. Los hermanos Frans, Henk y Rob Daniels, junto con otros dos hermanos que se unieron tras la liberación, comenzaron produciendo pequeños hornillos construidos a partir de latas de galletas arrojadas por los Aliados.

Pronto, su actividad se orientó hacia la iluminación, dando forma a una empresa que ya en sus primeros años vendía en tiendas clave como De Bijenkorf y que recibió su nombre —Herda— como unión de Herwaarden, el urbanista que facilitó su primera licencia de fábrica, y Daniels.

Estilo y filosofía

Herda se definía por el lema “Harmonieus in sfeerlicht” (“armoniosa en luz ambiental”), y su producción siempre mantuvo una estética funcional, cálida y accesible, ideal para el hogar holandés del mid-century.

Con equipos creativos internos formados por Jaap Tiepel, Dirk Heyman y Margo van Dijk, y colaboraciones con diseñadores como Willem van Oyen Sr., Herda desarrolló un lenguaje visual claro:

formas suaves y domésticas,

difusores en vidrio y acrílico,

estructuras metálicas minimalistas,

y un equilibrio perfecto entre diseño moderno y producción industrial.

Crecimiento y expansión

Desde la construcción de su fábrica en 1946, la empresa creció de manera extraordinaria.
En los años 60, Herda alcanzó un hito pocas veces visto: controlar el 95% del mercado holandés de iluminación, con más de 350 empleados y sedes en Tilburg, Oosterwolde, Borne y Nuth.
Además, comercializaba sus productos internacionalmente gracias a la red del distribuidor belga Massive, líder europeo del sector.

Declive y cierre

El recorrido de Herda también estuvo marcado por desafíos:

un incendio en 1968 que destruyó un hangar antiguo,

una denuncia por plagio en 1973 por parte de Atelier Artiforte,

y el impacto de la crisis del petróleo a finales de los 70.

Estos factores redujeron su competitividad y, tras cerrar almacenes como el de Borne en 1981, la compañía fue declarada en quiebra en 1997.

Legado

Hoy, las lámparas Herda se han convertido en piezas codiciadas dentro del diseño vintage holandés. Sus apliques, lámparas de pie, colgantes y luminarias domésticas representan lo mejor del diseño de posguerra en los Países Bajos: honesto, funcional, acogedor y lleno de historia.